viernes, 4 de noviembre de 2011

Comienza el Virginis


Una nueva edición de uno de los torneos más antiguos del país, comenzará este sábado 5 de noviembre desde las 17 hs. en el Colegio San Martín con la particularidad del enfrentamiento entre los dos equipos de Banfield.


Ronda 1 el 05.11.2011 a las 5:00 PM
No. SNo. Equipo MP Res. MP Equipo SNo.
1 1 C.A.Banfield Blanco 0 - 0 C.A.Banfield Verde 5
2 7 S.F. Villa Bernasconi 0 - 0 Juego Ciencia 2
3 8 UNLa. 0 - 0 C.A.Independiente 3
4 4 C.A. Colegio San Martín 0 - 0 B. 1ro. de Mayo 6


Un poco de historia

El "Virginis" es el heredero del torneo por equipos que dio origen a la FASGBA: un grupo de entusiastas aficionados al ajedrez del Club Defensores de Banfield encabezados por Félix Reboredo, en los comienzos de los años 70, quiso unir a todos los ajedrecistas de la zona en un torneo  por equipos  a diez tableros y  que se jugaran todos matchs en una misma sede. El torneo se llamó en un principio "Rosado", en honor a la madre (llamada "Rosa") de uno de los auspiciantes; unos años más tarde los delegados de esos clubes terminaron formando la Federación de Ajedrez del Sur del Gran Buenos Aires, pasando luego el torneo a ser organizado por la propia Federación. En sus 39 ediciones anteriores tuvo sus altas y bajas: de los diez tableros (siete mayores y tres juveniles) de los inicios se pasó, entrados los años ochenta,  a ocho tableros con dos juveniles, luego con uno, más tarde con ninguno. Con la crisis del país parecía que el espíritu del torneo se extinguía, en especial cuando tocó fondo con solo cuatro tableros en el 2001. Pero pese a todo, el torneo siguió disputándose. Al poco tiempo el torneo se reacomodó en un formato atractivo de cinco fechas, con seis tableros por equipos con restricciones (dos tableros libres, uno de primera categoría, uno de segunda, uno de tercera y uno de cuarta), generando en los nostálgicos, un regreso a los viejos tiempos y permitiendo una amalgama interesante en la que se combina la participación de ajedrecistas de diferentes rankings pero en un mismo nivel de importancia. No hay torneos en el país que hayan perdurado tanto tiempo.
Serán 8 los equipos participantes en esta ocasión que deambularán por Avellaneda, Remedios de Escalada,Banfield y otras localidades del sur del conurbano banaerense en busca de tableros, piezas y camaradería en esta cuadragésima edición.

¿Por qué Antonio Virginis?

Antonio Virginis fue un importante dirigente de FASGBA, que ocupó el cargo de Presidente allá por los años 80, pero don Antonio fue ante todo, un amante del ajedrez que se preocupó por organizar su práctica y permitir el acceso a la misma de los jóvenes. Era además un fuerte ajedrecista y un gran coleccionista de libros de ajedrez.
Tras su fallecimiento, FASGBA lo homenajea anualmente con este torneo.

A lo largo de los treinta y nueve años participaron, además de los clubes locales, instituciones como Jaque Mate, Torre Blanca, la Biblioteca Mariano Moreno de Bernal, Círculo de Ajedrez Interindustrial, GEBA, etc , así como importantes ajedrecistas de la zona y destacados valores del orden nacional, como  Fernando Peralta, Pablo Zarnicki,  Damián Lemos, Alfredo Giaccio, Robert Hungaski, Carlos Schwanek, Carlos Schuster, Antonio Anelli, Guillermo Llanos, Guillermo Bianchi, Claudio Minzer, Hugo Meza, Gervasio Calderón Fernández,  etc.


El Virginis en el recuerdo del GM Fernando Peralta

Se bajó del avión a finales de diciembre de 2001 un jueves después de estar meses jugando en Europa y al día siguiente jugó la última ronda de este torneo. Como ya se contó, no eran buenos tiempos para el “Virginis”, tampoco para el país. Jugaron siete equipos de cuatro jugadores cada uno en esa edición.



Varias veces hablamos de la importancia de los torneos por equipos como el Virginis. Hace unos años, escribió desde España lo que sigue: “ El Torneo Antonio Virginis, o como lo llamamos los de la zona, el "Rosado" (¿sería –pensaba cuando era chico- por el color de las planillas?) era por diferencia el acontecimiento más importante del calendario, donde también figuraban la Copa Dreyer, la Copa Santi y los torneos de categorías del club en el que comencé a jugar. Solamente después de tener un lugar en alguno de los últimos tableros del Club Monte Grande pude apreciar cómo era el ambiente. El Rosado para mi fue la puerta al ajedrez federado, el paso siguiente después de la práctica en el club con otros infantiles. Pertenecer a un club tomó un sentido diferente. Dejó de ser sólo un lugar físico donde practicar ajedrez, como lo había sido el colegio antes.
 Recuerdo que en el Rosado participaba muchísima gente. Nosotros teníamos un equipo lleno de chicos y estaba liderado por los hermanos Andrés y Ricardo Gruinski. Recordar el Rosado es recordar a muchos amigos y anécdotas. Los resultados deportivos se me presentan mucho más borrosos.
 El formato del torneo y la cantidad de equipos cambiaron tras el paso de los años pero estoy convencido de que el Torneo Antonio Virginis sigue siendo imprescindible para reafirmar la identidad de los clubes de la zona Sur y para integrar a los jugadores federados a éstos. ¡Larga vida al Rosado! “
GS

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